A grandes rasgos, existen dos esquemas de
prestación farmacéutica en el mundo desarrollado. Un sistema
mediterráneo con una cobertura casi total de la geografía nacional
basado en farmacias independientes en la que el titular y el propietario
es un farmacéutico titulado; y otro, como el británico y el holandés,
donde grandes cadenas de distribución dispensan medicamentos. Un nuevo
estudio de la consultora AT Kearney ha analizado el panorama del modelo
de Reino Unido hacia el que tendería el sistema español de seguir una
línea esbozada hace unos meses -aunque ahora el debate no esté sobre la
mesa- por el Ministerio de Economía, con la oposición y reservas del
Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas. El análisis del
modelo británico revela que factores como la competencia brutal, la
congelación de los presupuestos sanitarios, los cambios en la cadena de
suministros -más fármacos se dispensan en hospitales o se venden
legalmente por internet- o la caída en la cuenta de resultados "se van a
traducir en un gran impacto y en una caída de la prestación de
servicios por parte de las boticas. Más si cabe, porque frente a una
bajada de los beneficios de un 38 por ciento en el sector, en el caso de
las farmacias independientes -no de las grandes cadenas- es de un 44
por ciento. Hasta 900 farmacias británicas pueden cerrar y la mayor
parte van a estar ubicadas en el medio rural", aseguró Pablo Moliner,
socio de la consultora, en el Foro de la Asociación para la promoción de
la asistencia farmacéutica (Aproafa), celebrado en Valladolid.
Curiosamente,
parte de las soluciones que se plantean para la supervivencia de esas
boticas independientes, "como apoyarse en mayoristas cooperativistas
para ser mas eficiente, son características propias del sistema
español", añade Moliner. Otro factor para salir de esta crisis es
mejorar los servicios añadidos como agente de salud, como el consejo,
seguimiento a pacientes crónicos y detección de problemas de salud en su
comunidad, algo que, de nuevo, ya se hace en el modelo instaurado en
nuestro país.Y mientras eso "las farmacias españolas están al borde de la viabilidad. Cambiar el modelo actual no va a implicar crecimiento económico, ni reducción del déficit, ni beneficios para el usuario. Ahora se abren 145 nuevas farmacias al año y el sector da empleo cualificado a 80.000 profesionales", aseguró Antonio Abril, presidente de Federación de distribuidoras farmacéuticas, Fedifar.
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